Contactaba a sus víctimas por medio de una página web.
Fuente: Red Uno
Isaías Benjamín V.C., de 26 años está acusado de buscar, dopar y violar a trabajadoras sexuales. Contactaba a sus víctimas a través de una página web, concretaban la cita comunicándose por teléfono y las recogía en su vehículo guindo.
“Cuando estaban a solas les invitaba un vaso de refresco con alguna “sustancia narcotizante” para que ellas perdieran el sentido y la consciencia, procediendo a robarles sus pertenencias, en otros casos agredirlas sexualmente y abandonarlas en alguna zona”, informó el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Rolando Rojas.
Cuatro víctimas formalizaron la denuncia, aunque habría unas 39 trabajadoras sexuales que lo reconocieron tras su aprehensión y que dieron a conocer que llegarán, algunas desde otras ciudades, para presentar la denuncia.
El primer caso denunciado se registró el 6 de marzo. La víctima contó que el supuesto cliente la recogió en su auto de la plaza Sucre y le invitó un vaso de jugo que hizo que se sintiera mareada y perdiera el conocimiento. El hombre le puso un cuchillo en el cuello y le quitó su celular y, después de agredirla sexualmente la sacó del auto y la abandonó dándose a la fuga.
La División de Delitos Contra la Propiedad realizó diferentes actos investigativos y con la ayuda de cámaras de seguridad identificaron la movilidad del denunciado. Luego, conocieron la identidad del agresor a través del teléfono que usaba para comunicarse con las víctimas. Entonces, alertaron a las trabajadoras sexuales para que hicieran conocer a la Policía si eran contactadas por ese número de celular.
El acusado fue aprehendido gracias a un trabajo encubierto, cuando una mujer hizo conocer que fue citada en la avenida Oquendo y calle Colombia, el 16 de marzo. Los investigadores, vestidos de civil, y a bordo de un vehículo aguardaron en la zona y vieron llegar el auto guindo con placa de circulación 1443 EBB.
La activista de derechos humanos, Raiza Torriani, informó que la Comunidad de Lesbinas, Gais, Bisexuales y Transgénero (LGTB), realizará seguimiento al caso, porque supone un riesgo para la sociedad.
