Noble labor. Tiene un refugio en el barrio Los Claveles, zona de la Luján. Hace 12 años comenzó con esta labor para dar cobijo a unos 60 animalitos.

Juan Carlos Quipildor, en pausa laboral a sus 52 años, que se destaca por ser querendón de los animales y su gran disposición al momento de brindar ayuda o un servicio al prójimo, es una de esas personas que se merece el título de padre con mayúsculas, sobretodo este viernes que se celebra el Día del Padre.
Fuente: eldia
El año 2009, Quipildor junto a su esposa iniciaron un proyecto que beneficiaría a muchos animales: Un refugio llamado “Chocolate Jenny de RVDC2”, que rehabilita y ayuda a dar en adopción a los callejeritos, ubicado en el barrio Los Claveles, zona virgen de Luján, noveno anillo.
El 18 de marzo del 2020, la pareja se encontraba realizando el almuerzo para sus refugiados, desafortunadamente una fuga de gas ocasionó una explosión, que acabó con la vida de la esposa de Juan Carlos.
Sigue adelante a pesar de todo. “Hace 12 años empezamos esta labor con un gatito que ella rescató y luego llegó Chocolate, otro can. Espero poder un día cumplir ese sueño de que esto sea más grande , pero quería realizarlo con ella, ahora lo siento todo tan lejano,” se lamenta Juan Carlos.
Tras este suceso, quedó solo a cargo de sus dos hijos y de más de 60 animalitos, por lo que sus días se tornaron muy pesados. A pesar de ello, siempre afronta la vida con una sonrisa; testigos de ello son sus hijos y sus conocidos quienes siempre le aportaron una mano amiga para el sostenimiento del albergue.
El rescatista, al igual que su hija, poseen una enfermedad de base la cual los golpea en ciertos momentos que lo único que queda es orar para que la situación no se complique.
Aflicción reciente. En febrero, su hija Fernanda sufrió una alergia crónica, lo cual la derivó al hospital. Él tuvo que buscar por todos los medios para poder costear la medicación y en el trajín incluso contrajo una fiebre de origen desconocido (FOD), que así denominaron los médicos tras realizarle estudios y pruebas de Covid-19. A pesar de ello, Juan Carlos todos los días, pasaba las horas con fiebre luchando para curar a su hija y cuidar de sus animalitos.
“Tuvo que compartirse y casi no dormía por estar también pendiente de sus otros hijos adoptados, porque algunos están con tratamiento médico, y a ellos también los atiende. Además de eso, cuando alguna persona ha necesitado ayuda, él es el primero en aparecer y dar la mano», comenta una vecina del refugio.
“Es sorprendente que a pesar de estar con fiebre de 40 grados, una clavícula operada y cientos de cosas que le han pasado, él increíblemente sigue firme y para mí el es mi mayor inspiración, lo amo muchísimo pronto tendrá su refugio que desea grande y cómodo,” expresa Maria Fernanda, su hija de 24 años.
24 de mayo de 1974
En esa fecha se aprobó el Decreto que instituye el Día del Padre boliviano.