Familiares, amigos y colectivos exigen, con el ataúd de la víctima, justicia y transparencia. VÍCTIMAS DE FEMINICIDIO E INFANTICIDIO BOLIVIA
María Fernanda P.M., de 22 años, falleció el pasado miércoles en una celda de la Estación Policial Integral (EPI) Chasquipampa, La Paz. La Policía dice que la joven, madre de dos niños, se quitó la vida con la cuerda de su canguro. Sin embargo, la familia de la víctima duda de la versión policial y asegura que el cuerpo de María no solo presentaba signos de violencia, sino lesiones genitales.
Según los familiares, el certificado de autopsia señala como causa de muerte asfixia por ahorcamiento, pero no hace referencia a las otras lesiones del cuerpo. Los dolientes se percataron de los signos de violencia cuando la cambiaban para el velorio y posterior entierro, y le tomaron fotografías para sustentar su versión.
Hace una semana, María fue arrestada junto a otros jóvenes por consumir bebidas alcohólicas en vía pública. La Defensoría del Pueblo dijo que por esa infracción correspondía multa o trabajo comunitario, pero no un arresto.
La Policía dice que la encontró sin vida en la celda. Los otros arrestados, que estaban en otro espacio, dijeron que escucharon sus gritos. La familia cuestionó las contradicciones; primero les dijeron que el cuerpo había sido trasladado a celdas de la calle ocho, pero María falleció en Chasquipampa. Les negaron información e incluso tuvieron que presionar para que les entreguen en certificado médico forense.
Exigen que la muerte de la joven madre se esclarezca y, si corresponde, se sancione a los responsables. Su familia duda que María Fernanda se haya quitado la vida e indicaron que la cuerda no pudo haber resistido el peso de su cuerpo y que la altura de la celda donde estaba es de 1.20 metros por lo que no habría podido asfixiarse ahorcándose.
La Defensoría del Pueblo también pidió a las autoridades policiales y judiciales esclarecer el caso. Su familia, amigos, vecinos y colectivos protestaron en puertas de la EPI de Chasquipampa.