Leipzig disputó un gran partido, pero no le alcanzó para sumar en tierras francesas. PSG celebró el triunfo con su hinchada.

El París Saint-Germain volvió a paliar con goles la falta de buen juego y como sucedió ante el Manchester City, frente al Leipzig fue el argentino Lionel Messi quien selló la remontada (3-2) que preserva el liderato del grupo en manos del equipo francés y casi condena al alemán.
El exjugador del Barcelona firmó un doblete que casi tiene que agradecer a Kylian Mbappé, que marcó el primero, sirvió el segundo y propició el penalti que cerró la remontada.
Manchó su actuación en el descuento, cuando mandó a la grada un penalti que el árbitro pitó asesorado por el VAR y que hizo recordar el que marró con Francia en la pasada Eurocopa.
Hasta el segundo gol de Messi, el PSG tenía poco que celebrar, superado por un ordenado y voluntarioso conjunto alemán que mereció mejor suerte, pero que sigue sin sumar en Europa, lo que en el ecuador de la liguilla le condena al milagro.