La inseguridad alimentaria se agudiza en tres regiones de América Latina. Advierten que el hambre gana terreno

De acuerdo al informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se identificó una situación de inseguridad alimentaria aguda que se agravará de febrero a mayo de 2022 en Colombia, Honduras y Haití.

La inestabilidad política, la crisis migratoria, el desplazamiento interno y los impactos por la pandemia de Covid-19 han generado que el hambre en la región de América Latina gane terreno.

De acuerdo al informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se identificó una situación de inseguridad alimentaria aguda que se agravará de febrero a mayo de 2022 en Colombia, Honduras y Haití.

Este documento “Focos de Hambre”, publicado hoy establece que con el estudio de necesidades humanitarias de 2022, “7,3 millones de colombianos precisarán asistencia alimentaria este año y hasta julio de 2021 había 1,1 millones de migrantes venezolanos en el país en situación de inseguridad alimentaria, aunque se reporta que esto ha mejorado ligeramente”.

Y como se ha evidenciado estos últimos años y en diferentes países como Colombia, Perú, Ecuador, Chile y Bolivia, hay un aumento en el número de migrantes venezolanos, que, por ejemplo, en agosto pasado llegaban a 1,8 millones acogidos en Colombia y estos organismos adelantan que esa cantidad podría crecer aún más este año.

La FAO y el PMA refieren también sobre los retrasos en la implementación del acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno colombiano y los grupos armados no estatales, que han provocado violencia y nuevos desplazamientos masivos.

Además se señala que la pandemia de Covid-19 que persiste ha amplificado la desigualdad y el alto nivel de la inflación seguirá afectando a las familias más pobres.

Honduras y Haiti atraviesan por este mismo escenario. En el segundo caso, este informe establece que la crisis económica, la sucesión de cosechas por debajo de lo normal, la inestabilidad sociopolítica y la violencia de las pandillas exacerbarían los de por sí alarmantes niveles de hambre.

Según cifras de la ONU, al inicio de febrero de 2022, unos 4,3 millones de personas requieren ayuda alimentaria de emergencia y de marzo a junio el horizonte se agravaría para alcanzar a 4,6 millones de haitianos en esas condiciones.

Ya en diciembre de 2021, la FAO precisó que el hambre en América Latina y el Caribe aumentó en 13,8 millones de personas en solo un año.

“El hambre en América Latina y el Caribe está en su punto más alto desde 2000, después de un aumento del 30 por ciento en el número de personas que padecen hambre entre 2019 y 2020”, según detalló  la ONU en ese año.

Cuatro de cada diez personas en la región, 267 millones, experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave en 2020, 60 millones más que en 2019, un aumento de 9 puntos porcentuales, el incremento más pronunciado en relación con las demás regiones del mundo.