
Un pato en la laguna de Coña Coña.
lagunas cochabambinas en los últimos años. Se trata del Playerito (Bartramia longicauda o Baititu), Playerito Canelo (Calidris subruficollis) y el Pato Media Luna (Spatula discors) que usaban los espejos de agua de la Llajta para alimentarse y como estancias de paso, pero ya no muestran rastros.
Así lo informó el ornitólogo investigador del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny y fundador del Club de Ornitología, Dennis Camacho, a tiempo de alertar que este es un grave síntoma del mal estado de las lagunas, toda vez que las aves son bioindicadores. Todo ello sin mencionar la pérdida de sus hábitats a causa de la mala planificación urbana.
«Las aves enfrentan distintas amenazas como aguas contaminadas, chaqueos y cacería, perturbaciones antrópicas que suelen darse mucho cerca de las grandes ciudades», apuntó.
Camacho señaló también que algunas especies de aves acuáticas acuden en menor número a las lagunas de Cochabamba, entre ellas la Focha (Focha comun, Fulica atra) y la Gallareta Andina o Tagua Andina (Fulica ardesiaca).
El censo neotropical de aves acuáticas en Bolivia se realiza dos veces al año, en época de lluvias y en el periodo de invierno.
Esta actividad tomó mayor fuerza en el país a partir de 2018. Bolivia es una de las pocas naciones en las que voluntarios de todos los departamentos participan del registro.
El país registra el 57% de las especies de aves acuáticas neotropicales de la región, anotadas desde 2018.
«La disminución de la abundancia de poblaciones también es una muestra de que podría haber una menor tasa de supervivencia de pichones», concluyó.