Algunos países de la región se beneficiarán en el corto plazo de los altos precios de las materias primas
La incursión de Rusia a Ucrania traerá consecuencias también para América Latina pues, según expertos internacionales, algunos países de la región se beneficiarán en el corto plazo de los altos precios de las materias primas, aunque también se anticipa que este conflicto traerá una posibilidad de una fuerte inestabilidad financiera y económica.
Las sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea hacia Rusia, que van desde la congelación de activos en el extranjero hasta la desconexión del sistema de pagos internacional SWIFT, están diseñadas para debilitar la economía y ejercer presión en el presidente ruso, Vladímir Putin.
El combate y la presencia militar interrumpen los puertos y la infraestructura que Rusia utiliza para exportar petróleo y gas natural. Esto reducirá la oferta de energéticos a nivel internacional y subirá los precios. Países como Colombia, Venezuela y Ecuador se podrían beneficiar en el corto plazo.
Solo el 1,5% de las importaciones y exportaciones de las economías más grandes en América Latina son con Rusia y Ucrania, por lo que el impacto en el plano comercial será menor. Sin embargo, los economistas prevén un deterioro del comercio en gran parte de Latinoamérica debido a los altos precios del petróleo.
En el caso boliviano, según la Cámara Nacional de Comercio, los efectos inmediatos serán mixtos, ya que por un lado tendrá mayores ingresos por la subida del precio del gas y de granos como la soya, pero por otro lado, deberá gastar más recursos para subvencionar la gasolina y el diésel. Según previsiones internacionales, el barril del petróleo podría dispararse hasta los 130 dólares.
Sin embargo, el peligro está en el tamaño de la economía rusa y se teme que si arrastre al mundo a una recesión global como la experimentada el 2008 o, aún peor, a depresión global como la de 1929.