La analista Anna Záitseva sugirió que la disminución de incidencia mundial del coronavirus y las tensiones geopolíticas en Oriente Próximo pueden impulsar los precios del petróleo.
«Según los últimos datos, el número de posiciones largas netas en crudo ha caído a su nivel más bajo desde marzo de 2020, lo que indica las crecientes dudas de los inversores sobre las perspectivas futuras del petróleo», explicó Záitseva.
En una entrevista con la agencia Prime, la analista agregó que la preocupación del mercado no es injustificada, dado el entorno desfavorable de la pandemia y sus rebrotes en varios países importantes que afecta directamente en la demanda del petróleo ocasionando bajas en su precio.
Por otro lado, Záitseva cree que por el momento es poco probable que se produzca una relajación más rápida de las cuotas de la OPEP+, sin embargo a largo plazo, con una disminución de la incidencia mundial del coronavirus, es concebible que la alianza considere efectivamente esa opción, lo que podría ejercer cambiar los precios del petróleo.
Agregó que lo positivo para el mercado del petróleo es que organizaciones como la Agencia Internacional de la Energía (EIA) y la OPEP mantienen unas perspectivas favorables para la demanda mundial de oro negro. Las estimaciones de demanda de agosto para 2021 y 2022 se mantuvieron prácticamente sin cambios, lo que sugiere una perspectiva positiva para el mercado, incluso ante los nuevos brotes de coronavirus en el mundo.
Agregó que lo positivo para el mercado del petróleo es que organizaciones como la Agencia Internacional de la Energía (EIA) y la OPEP mantienen unas perspectivas favorables para la demanda mundial de oro negro. Las estimaciones de demanda de agosto para 2021 y 2022 se mantuvieron prácticamente sin cambios, lo que sugiere una perspectiva positiva para el mercado, incluso ante los nuevos brotes de coronavirus en el mundo.