El nuevo esquema comprometería a Bolivia a cumplir con el envío de hasta 14 millones de metros cúbicos diarios en el invierno, a cambio de un precio adicional que llegaría a los $us 18 por millón de BTU
En un escueto comunicado la estatal petrolera informó: que YPFB e Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (Ieasa), acordaron prolongar las negociaciones de la sexta adenda de compraventa de gas natural por un mes más.
Durante ese periodo de tiempo se definirán los términos y condiciones para que este acuerdo sobre el gas natural que Bolivia exporta al norte argentino sea positivo para nuestra reactivación económica, finaliza el comunicado de Yacimientos.
Al respecto, Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, sostuvo que esta dilatación en la firma de la sexta adenda es poco seria e hizo notar que en este tipo de actividades se firma un acuerdo, por lo menos a mediano plazo, en donde se determina un marcador de precios tanto para invierno como para verano.
También se deja establecido cuál es el volumen máximo de producción del país que ofrece el hidrocarburo y qué volúmenes va a necesitar el país que busca importar el energético.
“No es un mercado de verduras donde se deben regatear los precios y los volúmenes. Ojalá nuestro país logre un acuerdo por los menos hasta el 2026. Pues así ya venimos negociando hace dos años”, criticó Ríos.
Lo que se estaba negociando
De acuerdo con el portal Econo Journal, antes del comunicado de YPFB, se estaba negociando un nuevo esquema de comercialización en donde Argentina iba a pagar una oferta base de 10 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) al precio pautado originalmente y por sobre esa cantidad accedía a desembolsar $us 10 adicionales por millón de BTU. De ese modo, el precio del gas natural iba a ser de $us 18 dólares por millón de BTU.
El contrato prevé que Bolivia tiene que enviar en invierno 14 MMm3/d, pero esta ya había anticipado que ni siquiera estaba en condiciones de llegar a enviar 12 MMm3/d, lo mínimo que necesita Argentina en función de las proyecciones realizadas por la Secretaría de Energía.
De hecho, según la información que manejaba la Subsecretaría de Planeamiento Energético, Bolivia iba a inyectar entre 8 y 10 MMm3/día de gas durante el invierno, un volumen que no colma las expectativas argentinas.