La torre Eiffel, como si le hiciera falta, creció hoy 6 metros más de altura. Es el monumento más alto de París.
«Es un gran orgullo», dijo a la prensa Jean-François Martins, el presidente de la empresa gestora SETE, para quien la inédita operación mediante un helicóptero se enmarca en la historia de la Torre Eiffel: «un lugar de experimentación tecnológica y científica».
El monumento, el más representativo de Paris, fue construido por el arquitecto Gustave Eiffel para la Exposición Universal de 1889 y fue precisamente su función de transmisor de radio, en un primer momento con fines militares, lo que lo salvó de ser desmantelado.
La operación, preparada «durante más de un año», costó un millón de euros (1,1 millones de dólares) y la nueva antena, que permite a toda la región de París acceder a la radio digital terrestre, pesa 350 kilos, según Arnaud Lucaussy, del operador de difusión TDF.
La instalación de la antena se produce en plenos trabajos de pintura de este símbolo de París, que recobrará un aspecto más dorado de cara a los Juegos Olímpicos de 2024 en la «Ciudad del Amor».