Ya en abril del pasado año, un informe de varios expertos daba cuenta que desde el 2020 (inicios de la pandemia) el uso de plásticos se ha disparado de manera asombrosa en todo el mundo, “no solo miles de millones de mascarillas, sino también guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar”.
Miles y miles de desechos médicos son el resultado de la emergencia sanitaria de la pandemia de Covid-19, desde que comenzó a expandirse por el mundo a inicios de 2020. De acuerdo a entidades internacionales como la Organización Mundial la Salud (OMS), esto genera una amenaza latente sobre el medio ambiente y la salud.
Y es que un reciente estudio establece que, por ejemplo, son aproximadamente 87.000 toneladas de equipos de protección personal adquiridos entre marzo de 2020 y noviembre de 2021 y enviados a los países a través de una iniciativa conjunta de emergencia de las Naciones Unidas. Se estima que la mayor parte de este material ha acabado como basura.
La agencia de la ONU da cuenta que el envío de más de 140 millones de kits de pruebas Covid-19 podría generar más de 2.600 toneladas de residuos plásticos no infecciosos y 731.000 litros de residuos químicos, “mientras que el suministro de los más de 8.000 millones de dosis de las vacunas habría producido 144.000 toneladas de residuos adicionales en forma de jeringuillas, agujas y cajas de seguridad”, revela este documento de la OMS.
En conferencia de prensa Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS detalló que “es absolutamente vital proporcionar a los trabajadores sanitarios con los equipos de protección personal adecuados”, sin embargo enfatizó que “también es vital garantizar que se puedan utilizar de forma segura sin afectar al medio ambiente circundante”.
Ya en abril del pasado año, un informe de varios expertos publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la ONG Azul daba cuenta que desde el 2020 (inicios de la pandemia) el uso de plásticos se ha disparado de manera asombrosa en todo el mundo, “no solo miles de millones de mascarillas, sino también guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar”.
“Su aumento ha sido tal que los sistemas de reciclaje han colapsado en algunos países. Si no se toman medidas, más del 70% de este plástico terminará tirado en océanos y vertederos, y hasta un 12% será quemado causando contaminación y enfermedad en las zonas más vulnerables del planeta”, detallaba el documento ya hace un año atrás.
Por ello, se insta a los diferentes Estados a consolidar sistemas de gestión eficaces, que incluyan orientaciones para el personal sanitario sobre qué hacer cuando ya se hayan usado los equipos y los productos sanitarios.
Aunque, la OMS establece que en la actualidad, el 30% de los centros de salud en el mundo no están equipados para gestionar las cargas existentes de residuos sanitarios, y mucho menos la cantidad adicional que genera el Covid-19. “Esta cifra aumenta al 60% en los países menos desarrollados”.
“El Covid-19 está forzando al mundo a reconocer las lagunas y los aspectos desatendidos del flujo de residuos y la forma en que producimos, utilizamos y desechamos nuestros recursos sanitarios, desde la cuna hasta la tumba”, afirmó por su parte la directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud del organismo internacional, María Neira.