Cuando marcha el octavo día de la invasión rusa en Ucrania, una delegación ucraniana y otra de Rusia alistan y encaran ya la reunión esperada.
La cita, con epicentro en Bielorrusia, tiene la intención de volver a intentar concertar el diálogo y que, de esa forma, se produzca el cese de la guerra. El fin de las hostilidades es el propósito.
Mientras tanto, el Ejército ruso asedia el corazón de ciudades como Kiev y Járkov y bombardea zonas civiles. El Gobierno de Volodímir Zelenski, por su parte, le exige a Moscú que frene los ataques, como condición para avanzar al diálogo.
El Kremlin, que ha agudizado su ofensiva ante la resistencia ucraniana, no ha detenido los bombardeos. Al contrario, ha aumentado la violencia contra infraestructuras civiles.
El Ministerio de Defensa ruso reconoció este miércoles por primera una cifra oficial de víctimas propias: 498 muertos y 1.597 heridos. Pese al aumento de bajas rusas, los observadores internacionales tienen pocas esperanzas de que este segundo intento diplomático alcance alguna solución.
La reunión es la segunda tentativa por establecer un canal diplomático entre Ucrania y Rusia. El primer intento, celebrado el lunes, no reflejó avances. Cuando se instalaba la reunión, Rusia bombardeó el centro de Járkov, la segunda ciudad más poblada de Ucrania.
Las tropas de Putin no están teniendo un avance tan rápido como el que esperaba el Kremlin. El Ministerio de Defensa reconoció por primera vez una cifra oficial de bajas para desmentir “las incalculables pérdidas” que les atribuye “la desinformación occidental”. La cifra de 498 muertos, tres veces menos que los soldados rusos que Ucrania dice haber eliminado, suponen casi cinco veces sus pérdidas totales en Siria y subraya el nivel de resistencia que Moscú ha encontrado en Ucrania. En Siria, además, Rusia envió paramilitares, que también se sospecha que están infiltrados en territorio ucranio y que esperan el momento para intervenir, según los servicios secretos ucranios y de Estados Unidos.
FRANCIA ADVIERTE
Por su parte, Francia enciende las alertas. El presidente de ese país, Emmanuel Macron, sostuvo una conversación telefónica con Putin y, tras ello, afirmó que el panorama venidero no es bueno. Cree que «lo peor está por venir», según lo citado por La Nación, de Argentina.
Macron estima que Rusia tiene una “altísima determinación” de seguir con su ofensiva y “tomar el control” de Ucrania.
De acuerdo con fuentes citadas por ese diario argentino, la conversación sucedió, más o menos, así: “Te estás mintiendo a ti mismo”, le habría dicho Macron a Putin.