La estricta normativa en torno al pase verde marca la vuelta al cole en Italia. Unos cuatro millones de alumnos regresan a las aulas este lunes en casi todo el país.
Este certificado de vacunación contra la COVID no se les exigirá, de momento,para entrar en el colegio. Los universitarios, en cambio, sí deberán tenerlo para asistir a clase y para presentarse a los exámenes.
Sin el pase no se podrá trabajar
Pero será obligatorio para absolutamente todo el personal de los centros educativos. El 93% de este colectivo ya ha sido vacunado. A quien no cuente con el documento no se le permitirá poner un pie en las escuelas y no recibirá su salario de forma inmediata, pues se considerará que falta a su puesto de trabajo sin autorización. En el quinto día de ausencia será suspendido y se podrá nombrar a un sustituto para que ocupe su lugar. Además, podrá ser sancionado con multas desde los 400 a los mil euros.
Aunque no quede especificado por la legislación, algunos centros educativos están introduciendo normas para extender el requisito a los padres.
El Gobierno no quiere enseñanza a distancia
«Hoy en la mayor parte de Italia y también aquí en Roma los estudiantes vuelven a clase. Escenas que nos recuerdan a la vida antes de la pandemia», cuenta la corresponsal de Euronews en Roma Giorgia Orlandi. «Esto es porque el Gobierno quiere evitar el aprendizaje a distancia.
Y lo hace introduciendo el requisito de un pase verde, no solo para profesores sino también para el personal administrativo, limpiadores y cualquier otra persona que necesite entrar en las escuelas, incluidos familiares de los alumnos. Esta medida ha recibido duras críticas por parte de varios sindicatos».
