En la parte de arriba tiene la forma de un barco gigante que se parece al de la película Titanic.
El cholet del edificio tiene cuatro pisos y promete ser uno de los atractivos más grandes de la zona. Los vecinos dicen que ya reciben turistas y esperan que el atractivo de la obra pueda generar ingresos.
“¿Viste esa casa? Es bien grande, parece el Titanic, ¿no?”, dijo don Omar, mientras tímidamente señalaba el edificio de al menos 14 pisos que se erige en la final Alto Lima y Huayna Potosí de la ciudad de El Alto. “¿Se parece?”, se preguntó el vecino en referencia a que en los últimos cuatro pisos se da forma a un barco gigante.
A su lado, su esposa, doña Luisa, ya no se sorprende al ver “ese enorme” edificio que opaca al resto de las casas vecinas. “Es bien grande. En la parte de arriba tiene la forma de un barco gigante que se parece al de la película Titanic. La parte de abajo seguro se pintará del color del mar. ¿Cómo será adentro?”, se preguntó.
Omar y Luisa aseguraron que desde la terraza de su casa se puede ver todos los detalles del diseño del “barco”. Agregaron que todavía no están seguros de si será un barco, un crucero o un yate.
Y efectivamente, en la parte alta de la casa se construye un cholet de cuatro pisos que tiene la forma de una nave marítima: tiene una cubierta, mástil y popa, entre otros detalles. La parte baja de la obra tiene unos 10 pisos, en total la edificación consta de al menos 14.
La casa todavía no está concluida. El reconocido arquitecto Freddy Mamani diseñó la obra y dijo que se tiene previsto concluirla en marzo de 2022.
Y es justo en ese mes cuando Bolivia recuerda la pérdida del mar boliviano ante Chile, en la Guerra del Pacífico.
Mamani no quiso dar más detalles porque aseguró que tiene un pacto de confidencialidad con los dueños de casa.
Desde afuera se ve que faltan muchos detalles, como el armado de la proa de la nave marítima.
La casa está ubicada en la avenida final Adrián Castillo, entre Alto Lima y Huayna Potosí. Desde la plaza Ballivián de El Alto se puede llegar al lugar en 10 minutos. Pese a que todavía no está terminada, la edificación ya se convirtió en una referencia del sector.
“¿Quién hubiera pensado que una casa tan grande se construiría en este lugar?”, se preguntó Francisco Quispe, una persona de 63 años. Recordó que antes en ese lugar sólo había casas de adobe y no llegaba el transporte público.
“Antes, a finales de los años 80, la avenida era de tierra. La línea 51 era la única que nos acercaba a este lugar”, dijo.
Con el pasar de los años las nuevas construcciones cambiaron del adobe al ladrillo, se levantaron viviendas de cinco y seis pisos. Las avenidas ahora están asfaltadas.
Según varios de los vecinos, tal vez la construcción de al menos 14 pisos estaría inspirada en el sentimiento de añoranza por el mar. Otros ciudadanos indicaron que los dueños son fanáticos de los barcos. Pero todavía no se conoce la versión de los propietarios.
Lidia, otra de las vecinas, relató que la casa se comenzó a edificar hace tres años. “Está tardando en construirse”, dijo. Relató que cada vez la obra se hacía más grande y cobraba protagonismo entre la gente. “¡Ay, tatito! Esta casa es bien grande, dicen todas las personas que ingresan a mi negocio”, contó.
Jazmín, otra de las vecinas, dijo que la obra gruesa del edificio se hizo durante dos años. Agregó que la construcción se paralizó el año pasado por la pandemia. Y la obra se retomó hace seis meses de este 2021. En este último tiempo se comenzó a dar forma y color al cholet con forma de un “barco”.
Cuando el cholet comenzó a tener la forma de un barco en la parte superior del edificio, mucha gente comenzó a visitar el lugar para sacarse una fotografía. “Han dicho que es una casa que llama la atención de los turistas, muchos han venido para sacar fotos”, aseguró Elena.
Según el arquitecto, aún falta la llegada de algunos materiales de Europa. “(Es) lo que hace demorar”, dijo escuetamente al referirse a la razón para el retraso de la entrega de la obra. Precisó que la pandemia del coronavirus fue otro factor de la demora.
Para don Francisco, vecino contiguo del edificio,la gigante construcción es “perjuicio” porque “ya no llega el sol a su casa”. “Somos de la tercera edad y necesitamos solcito, pero ya no tenemos”, dijo.
Francisco aseguró que él y otros vecinos hicieron llegar esta queja a los dueños de la obra. “Es una pareja joven. Deben tener entre 38 y 40 años, no más. Me han dicho que solucionarán el problema, eso estoy esperando. Ojalá se solucione”, contó.
Pese a esa observación, él y muchos de los vecinos esperan que el atractivo del edificio sea una razón para mejorar los ingresos de todos. //Página Siete