La gran cantidad de ceniza que quedó en el sector quemado de la laguna Alalay.
A cinco días de que un incendio convirtió en un infierno la laguna Alalay, la Alcaldía de Cochabamba aún no inició los trabajos de mitigación porque espera el aval del Crempla, informó ayer el director de Medio Ambiente del municipio, Elvis Gutiérrez.
El responsable indicó: “El Crempla tiene que aprobar una actividad de emergencia; nosotros no hacemos nada sin la autorización del Comité de Recuperación, Mejoramiento y Preservación de la Laguna Alalay (Crempla)”.
Los miembros del comité se reunieron ayer, pero no dieron a conocer si asumirán acciones para la mitigación del incendio que arrasó 40 hectáreas de totorales, donde anidaban las aves.
El Crempla está conformado por varias instituciones como el Ministerio de Medio Ambiente, la Gobernación, la Alcaldía de Cochabamba, la Universidad Mayor de San Simón, Focomade, Semapa y las OTB de la zona.
Ambientalistas
Al respecto, el Colegio de Biólogos de Cochabamba y diversos colectivos ambientalistas emitieron ayer un pronunciamiento en el cual exigen acciones a las instituciones públicas para proteger el Parque Nacional Tunari, la laguna Alalay y otras áreas de preservación de la región que están en riesgo por los incendios y otras amenazas.
Asimismo, recomendaron primero hacer un estudio que determine el estado actual de la biodiversidad dentro de la laguna, un relevamiento de la afectación ocasionada por los incendios y una reunión interinstitucional entre la Gobernación, Alcaldía de Cochabamba y el Crempla para tomar acciones.
A tres días del incendio en Alalay, el viernes sólo un grupo de trabajadoras del Plane realizaba trabajos de limpieza en el entorno de la laguna Alalay y retiraba las totoras secas, porque en caso de incendios son más inflamables.
Pichones y cuervos están en el refugio
Los ocho pichones de garza y el cuervo de río o yanavico que fueron rescatados por el Centro de Fauna Silvestre de la Alcaldía el miércoles serán liberados en unos cuatro meses, informó el responsable del refugio, Dennis Soux.
Las aves sobrevivieron a las llamas gigantescas del incendio del martes cuando el fuego devastó 40 hectáreas de vegetación en la laguna.
El yanavico tiene sus plumas quemadas y Soux espera que en unos meses se pueda recuperar para volver a su hábitat. En el caso de los pichones de las garzas, aún resta que se acostumbren a vivir solos, porque se desconoce si sus madres murieron o escaparon del incendio que destruyó sus nidos, en la zona de los totorales de la laguna.