Tres protestas colapsan el centro de La Paz. La primera es sostenida por los propietarios de cisternas que desde las 06:00 tomaron tres principales vías de la urbe con 30 motorizados. Por otro lado, muy cerca de ese punto de bloqueo, están los médicos tradicionales a la altura de la Plaza del Estudiante. Y en la calle Potosí, se ubican los propietarios de autos indocumentados o llamados ‘chutos’
Los transportistas que son parte de micoempresas se niegan a habilitar al menos un carril en la avenida 16 de Julio hasta que Yacimientos Petroleros Fiscales Bolivianos (YPFB) anule el proceso de contratación para el transporte de líquidos y combustibles.
“Estamos siendo afectadas 600 familias directamente y 1.500 familias indirectamente. Estamos muy molestos, las empresas grandes están contratadas y las microempresas hemos sido excluidas del proceso de contratación”, dijo una de las afectadas.
Cerca de las 13:00, una comisión de la estatal petrolera se acercó hasta los movilizados para solicitarles que se habilite un carril, sin embargo, la respuesta fue negativa.
Otro sector en protesta es el de los médicos tradicionales o ‘yatiris’ que se apostaron en puertas del Ministerio de Salud. Juan Carlos Ballón, dirigente de la Confederación de Medicina Tradicional, informó que son al menos unas 30 personas que piden que se “reponga el Viceministerio de Medicina Tradicional”.
“Pedimos también la renuncia de la directora de Medicina Tradicional, que no es del sector y es una académica, no nos representa”, lamentó la autoridad en declaraciones a Urgente.bo.
A su vez, Ballón dijo que el sector está en emergencia y no descarta en agudizar sus medidas de presión si no hay respuesta positiva al pedido.
En las calles Potosí y Yanacocha, los propietarios de autos indocumentados o denominados ‘chutos’ bloquean esas vías. Piden la nacionalización de sus automotores.
“Son una herramienta de trabajo en varias regiones del país y nuestra propuesta es clara, no ingresarán al servicio público en las ciudades”, manifestó uno de los dirigentes.
En la Vita, zona norte de la urbe paceña, otro grupo de comerciantes protagoniza otra protesta.