En un recorrido por la zona se observó que cerca de las 15:00 los escolares se juntan en los extremos del río, luego se remangar el pantalón o buzo, se quitan los zapatos y las medias para poder cruzar el arroyo.

Otros prefieren entrar con zapatos y medias “porque el agua está helada” y tienen que llegar rápido a su casa, comentó un estudiante.
Aunque la Empresa Misicuni, anticipándose a un aumento del nivel del río, construyó un paso peatonal, el mismo fue tapado por la crecida, porque este año pese a la poca lluvia la represa llegó a su máximo nivel y acumuló 174 millones de metros cúbicos de agua, lo cual dejó intransitable el lugar.
Los más afectados son los estudiantes del nivel primario y secundario que viven en el entorno a la represa y tienen que cruzar de un extremo a otro para llegar a sus establecimientos, la escuela Misicuni y el internado Misicuni para secundaria.
Un padre de familia de la escuela Misicuni, Abdón Cutipa, señaló: “Estamos esperando que la Alcaldía de Quillacollo nos pueda dotar un bus escolar, porque muchos niños llegan desde la represa y tiene que pasar ese puente”.
Añadió: “Algunos vienen aquí a pasar clases, del frente y otros van de esta zona al internado, porque es para los jóvenes. Como estamos en área rural pasamos clases todos los días”.
Al respecto, el responsable de la Unidad de Operación y Mantenimiento de Misicuni, Leonardo Rojas, señaló que se prevé rellenar los extremos de la pasarela para mejorar la transitabilidad de los pobladores y estudiantes que ahora están afectados.
Represa
El fin de semana la represa de Misicuni llegó a su máximo nivel, por lo que desfogará durante al menos 10 días unos 17 millones de litros de agua hacia la cuenca de Beni para evitar el rebalse de la presa. Se estima que con toda esa agua se podría cubrir la demanda de la ciudad por 20 días.
Actualmente, la demanda del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) es de 550 a 600 litros por segundo para abastecer la cobertura de al menos el 60 por ciento de la población de la urbe.
En tanto, los vecinos de la zona sur de Cochabamba, que aún no acceden al servicio de Semapa por la falta de redes y ductos, deben seguir comprando agua de los carros cisternas o “aguateros” hasta en 10 bolivianos el turril.
CLASES CON MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD
Los estudiantes de la comunidad de Misicuni determinaron pasar clases presenciales, pero con restricciones como medida de prevención contra la pandemia, contó el representante de la junta de padres, Abdón Citupa.
“Estamos dentro del área rural y todos los padres nos turnamos para controlar. En las mañanas les desinfectamos a los estudiantes con alcohol en gel. Por otro lado, nos hemos organizado para no bajar mucho a la ciudad, sólo por emergencias. A los chicos no les llevamos”, dijo Cutipa.
Explicó que los comunarios determinaron salir a la ciudad máximo dos veces al mes para abastecerse de víveres y que recomienda a los visitantes que llegan a ver la represa portar estrictamente las medidas de bioseguridad, “porque en la ciudad hay más riesgo de contagio”.
Fuente: lostiempos