La líder intercultural sufrió amenazas para que deje la dirigencia. En un congreso en el sur hubo una gresca y en Bermejo un ejecutivo fue apuñalado.
En menos de 10 días en el Movimiento Al Socialismo (MAS) se registraron amenazas contra la máxima dirigente intercultural, silletazos y golpes en un congreso, y hasta un apuñalamiento. En el partido azul lamentan lo ocurrido y expresan preocupación.
El incidente más reciente ocurrió el fin de semana, luego de que el congreso ordinario del MAS Bermejo quedara en cuarto intermedio, por 15 días, debido al desacuerdo de dos bandos (interculturales y campesinos).
El punto de la controversia fue que una de las partes deseaba contravenir la disposición de que las autoridades elegidas titulares o suplentes no pueden competir para ser ejecutivos del partido. Después de la suspensión de esa actividad, el ejecutivo Lorenzo Mamani fue apuñalado.
El segundo hecho data del 22 de octubre, cuando Angélica Ponce, ejecutiva de la Confederación Sindical de Mujeres de Comunidades Interculturales de Bolivia, denunció que la amenazaron para que deje la dirigencia de ese sector.
“Hartas ejecutivas se volcaron durante el golpe, me dejaron sola, yo luché y eso reconocieron las bases y me ratificaron. ¿Por qué no van a respetar eso?”, dijo Ponce.
El tercer hecho sucedió el 16 de octubre, cuando el congreso del MAS para elegir una nueva directiva en Tarija terminó a golpes y silletazos. Todo comenzó cuando uno de los sectores denunció que la convocatoria era ilegal.
En contacto con Página Siete, José Huanca, jefe de bancada del MAS de Tarija, lamentó los incidentes y expresó su preocupación. “Lamentamos estas situaciones y, bueno, estamos muy preocupados también por todo lo que está aconteciendo al interior de al menos nuestra militancia”, aseguró.
Adelantó que buscarán hablar con las instancias correspondientes, como la dirección nacional del MAS, para advertirles de estas situaciones, que ya no son aisladas. Además, indicó conversarán con los dirigentes y que respetarán lo orgánico.
“Lo que siempre haremos será respetar lo que es orgánico. Lo que es de las organizaciones, lo vamos a respetar. Pero, sin embargo, según lo que hemos podido percibir, lo que nos hemos logrado informar y conocido parcialmente nos motiva y nos obliga como militantes también a hablar con los dirigentes de las instancias superiores”, aseguró.
Pedro Portugal, historiador y analista político, explicó que esos incidentes son expresiones de la “descomposición orgánica e institucional” que sufre el MAS.
Recordó que antes se elogiaba a la forma de organización del MAS, porque se decía que no era una organización política tradicional, sino que desechaba la institucionalización y las formas estructurales del partido tradicional.
“Entonces, todo eso está pasando, ahora, factura. El MAS nunca se organizó de manera estructural. Fue una élite bastante hábil y con contactos en el exterior que supo articular de manera hábil organismos persistentes, movimientos sociales y problemas ya preexistentes en nuestro país, que siempre tuvieron expresión en sindicatos, en grupos gremiales, en organizaciones de base y que las supo articular sin que se creara una estructura doctrinal, disciplinada u orgánica al respecto”, sostuvo.
Portugal expresó que aquello duró mientras el MAS estaba en el poder, su situación era de ascenso y se empoderaba del aparato del Estado.
“Ahora está ya el MAS terminando su ciclo. O sea, ya no tiene el atractivo de ideas que tenía antes y el control del aparato del Estado ha demostrado sus límites, puesto que no ha hecho transformaciones radicales, y tampoco puede abarcar la multitud de demandas que viene de sus militantes en cuanto a la satisfacción de sus propias expectativas o en cuanto al ingreso a la función pública”, afirmó.
Portugal indicó que el aparato político “empieza a degradarse” y los silletazos, las discusiones, las contradicciones o el apuñalamiento “son expresiones de esta descomposición orgánica e institucional que sufre este partido”.