La familia Rojas de ese municipio hace los bollos en hornos que funcionan a leña, no usan gas. Su producto se hizo de fama porque “no tiene químicos”.Dayana Flores11 de abril de 2021 (00:00 h.)

A más de 50 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, en un rústico horno de barro, cuecen a leña decenas de panes que deleitan el paladar de comensales que están al otro lado del continente.
Son los panes de Arani horneados por los Rojas, una familia que hace al menos dos generaciones se dedica a la panadería.
Palmira Rojas es una de las herederas de la receta de estos bollos de fama internacional, la cual guarda tan celosamente que casi ni la menciona.

Prefiere hablar de su producto, lo alaba y no es para menos. Se trata de un pan tipo tortilla, cuya cara está atiborrada de queso dorado y compactado a la masa. Es tan suave, que se disuelve en la boca.
Lo más llamativo es que se mantiene así por largo tiempo, “dura harto”.
Palmira cree que sus bollos se distinguen del resto por la harina que usan, una mezcla de integral con la convencional; además, ese sabor peculiar, como hecho en casa, lo da el tipo de cocinado, que es solo con base en leña, no manejan gas.
“Tenemos quemador de gas, pero no utilizamos”, dijo Palmira y explicó que el gas “le da otro sabor, eso es químico”.
A pesar de que este procedimiento es más moroso, como lo hacen a diario desde que tienen memoria, la familia Rojas ya está acostumbrada.
Esas dos peculiaridades de sus panes hicieron que atraviesen las fronteras nacionales y lleguen hasta Estados Unidos, España y Argentina.
En la casa de la madre de Palmira, en Arani, no hay ni un letrero que indique que es una panadería, pero la gente toca su puerta desde las 4:00 de la madrugada para comprar algunas piezas.

La demanda es tan elevada que, según Palmira, no logran llevar su producto hasta la ciudad de Cochabamba, por lo que pidió a la gente que no se deje timar. “Ahora todo mundo dice ‘pan de Arani’, ‘pan de Arani’, así están ambulando, pero engañan”.
Los panes de la familia Rojas tienen dos únicos puntos de venta; su casa, que está ubicada sobre la avenida Excombatientes de Arani, número 312, al lado del local Primavera; y los martes llega a la feria de Punata, donde se vende como lo que es, “pan caliente”.
No le damos a otra gente para que revenda, dijeron las hermanas Rojas. Ellas personalmente llevan sus panes hasta el mercado punateño para venderlos a sus clientes.
SITUACIÓN Las hermanas Rojas hornean por herencia de sus abuelos y, a pesar de que en la pandemia la demanda redujo, no pararon.
Palmira dijo que, desde el brote del virus, hacen menos panes.
Actualmente, la variedad es amplia. Hay bollos desde 1 boliviano, que son los de tamaño convencional, hasta de 10 bolivianos.
