Diversos sectores políticos y mediáticos de Perú observaron que el Gobierno de Pedro Castillo sigue los pasos de Bolivia de la mano del exmandatario Evo Morales, quien se convirtió en actor político en el vecino país.
Una encuesta de Ipsos para el portal Lampadia, publicado por el portal RPP, señala que el 80% de los peruanos considera que el expresidente de Bolivia no tiene derecho a participar en la política peruana porque es un político extranjero.
En tanto, un 17% cree que Morales tiene derecho “a venir cuando quiera” para divulgar sus ideas, como promover una Asamblea Constituyente.
El exministro peruano del Interior, Rubén Vargas, indicó al medio Perú21 que, “sin duda”, el Gobierno de Castillo estaría siguiendo la ruta boliviana respecto a la utilización política del sector cocalero, a fin de acrecentar las bases sociales.
“Legalizar la hoja de coca es el principal objetivo para ellos. Hay una ruta boliviana clara que, aunque hemos visto que no funciona, el partido PL está siguiendo. No se puede entender de otra forma que su bancada en el Congreso pretenda legalizar la hoja de coca en Perú sabiendo que más del 90% termina en cocaína”, indicó.
La semana pasada, los congresistas de Perú Libre Wilson Quispe y Margot Palacios presentaron dos proyectos de ley “para industrializar” la coca.
A esto se suman los pedidos de Asamblea Constituyente que se han multiplicado en el partido que hoy por hoy gobierna Perú.
Morales visitó Perú al menos en tres ocasiones los últimos meses, para sostener reuniones con diversos sectores sindicales y campesinos, lo que generó preocupación en la clase política de Perú.
Para el exviceministro de Seguridad Pública de Perú Ricardo Valdés es evidente que la copia de modelos bolivianos en su país se debe a la influencia del exmandatario Evo Morales.
“Eso está más que claro. Este copia y pega se respalda en que obviamente existe una cosmovisión andina que da pie al discurso de la coca ancestral. No hay que olvidar que Morales se forma en Chapare y surge dirigiendo a los cocaleros de esa zona en Bolivia”, dijo a Perú21.
Agregó que “pretenden constituir una base social con 250 mil cocaleros a fin de tenerlos de su lado. Es una gran irresponsabilidad y están recurriendo a la senda de la incapacidad moral a plena conciencia, porque todos saben que esa hoja de coca está yendo al narcotráfico”.
La presidenta de la Comisión de Ética del Congreso Peruano, Karol Paredes, rechazó las iniciativas para legalizar la hoja de coca y también que se copie el modelo boliviano.
El presidente de la Comisión de Defensa de la instancia legislativa, José Williams, dijo al mismo medio que se revisarán los proyectos de ley y también las normativas bolivianas.
“Sabemos que no ha funcionado la industrialización de la hoja de coca en Bolivia. Entonces, ¿por qué copiar el modelo?”, cuestionó.
En Bolivia sectores de oposición también cuestionan la injerencia de Morales en asuntos internos de otros países.
MORALES CON AMPLIA AGENDA EN EL EXTERIOR
El expresidente Evo Morales tiene una amplia agenda política en el exterior. Desde su retorno al país, luego de su autoexilio por la crisis de 2019, Morales viajó al menos a cinco países con el objetivo de extender su red de apoyo político.
El exmandatario viajó a Perú, México, Cuba, Venezuela y Argentina. Además, recibió a varias visitas en el trópico de Cochabamba.
El objetivo, según Morales, es crear una plataforma para impulsar la “América Plurinacional” y exportar el modelo que se impuso en su gestión como presidente de Bolivia (2006-2019).