María Galindo, líder del Movimiento Mujeres Creando, es una de las personas que fue consultada por Urgente.bo con motivo del nuevo aniversario de la democracia. Ella se ha distinguido por reivindicar los derechos de las mujeres bolivianos, por generar pensamiento a favor del género. Milita en esa causa. Y desde esa vereda tiene dos conceptos: desde 1982 lo que Bolivia ha vivido es una ‘machocracia’ y una democracia formal, que si hay un hecho que destacar, a pesar de sus peros, es la realización de la Asamblea Constituyente y la respectiva promulgación de la Constitución Política del Estado.
“En Bolivia se están celebrando 39 años de ‘machocracia’, no de democracia, Las mujeres formamos parte como cuota biológica únicamente”, apunta Galindo, en un contexto en el que las mujeres son víctimas de agresiones sexuales, violentas y económicos. Y cuando los casos de feminicidio no dejan de sumarse.
La última Asamblea Constituyente de Bolivia fue elegida e instalada el 2006, con el propósito de redactar una nueva constitución. Empezó en Sucre y terminó en Oruro en medio de fuertes discrepancias entre el Movimiento Al Socialismo y las diferentes fuerzas opositoras. El texto fue aprobado en diciembre de 2007. Y entró en vigencia el 7 de febrero de 2009, como la nueva carta magna del Estado Plurinacional de Bolivia
María Galindo destaca la realización de la Asamblea Constituyente y la promulgación de la CPE, “pero son hechos inconclusos que no tienen continuidad en la reforma de la justicia. No tiene justicia plural. El proceso constitucional es trunco y como resultado de la injerencia de los partidos de las ONG. Este es uno de los hechos más importantes”.
Desde la perspectiva de Galindo, el periodo político inaugurado el 10 de octubre de 1982 debe ser profundizado para que llegue efectivamente a los bolivianos, porque la ciudadanía, en sus diferentes condiciones y desde sus particulares necesidades, no es representada.
“La democracia boliviana es meramente formalmente, no es real. Y que para la democracia mejore, es muy importante anular a los partidos políticos como fuerza de representación y que, por el contrario, haya una representación de los sujetos, que tengan representación las regiones, la naturaleza y los animales, las mujeres, las poblaciones LGBT, pueblos indígenas, al margen de los partidos políticos, que lo único que hacen es representar a grupos y mafias de poder”, plantea Galindo.