El Ministerio de Medio Ambiente pidió a las gobernaciones y alcaldías socializar la disposición con el fin de precautelar la salud.
Ante la llegada del carnaval, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua dispuso la prohibición del uso de espumas aerosol que contengan gas contaminante HCFC-22, con el objetivo de precautelar la salud de la población y el medio ambiente. Para ese efecto, la cartera de Estado aprobó la Resolución 011/2022, del 10 de febrero de 2022.
“Nosotros hemos promulgado una norma para que se haga conocer a su vez que el uso de estos sprays que contengan HCFC-22 está prohibida su venta y mediante resolución administrativa hemos dispuesto para que a través de las gobernaciones y municipios socialicen la medida, cuyo objetivo es preservar la salud de las personas”, afirmó el viceministro de Medio Ambiente, Magín Herrera López.
Las Resolución Administrativa 011/2022 prohíbe el juego con espumas aerosol que contengan HCFC 22 o cualquier otro producto que contenga la composición hidroclorofluorocarbono, que son usados principalmente durante el carnaval. La medida también establece que para el 2023 se prohibirá el uso de espumas de aerosol que contengan HCFC 34ª.
En los últimos años, el uso de espumas artificiales se incrementó durante los juegos del carnaval, lo que representa una amenaza para el planeta, según datos publicados en la web de Cambio climático Bolivia.org.
Denotaron que, la mayoría de estas espumas contiene hidroclorofluorocarbono-22 (HCFC-22), que también es conocido como R-22 y clorodifluorometano.
El HCFC-22 es un propulsor de aerosol en envases de spray que destruyen la capa de ozono en la atmósfera. Esta capa bloquea los rayos ultravioletas de sol que causan cáncer de piel, cataratas de ojo y destruyen las cianobacterias que realizan la fijación de nitrógeno en arroz.
El componente químico HCFC-22 se queda en la atmósfera por un promedio de 12 años, y un gramo de este compuesto químico destruye aproximadamente 1.900 gramos de ozono.
La destrucción de la capa de ozono es preocupante en Bolivia, porque los andes y el altiplano reciben niveles elevados de luz ultravioleta en comparación a otras regiones.