Sembradíos de Pasorapa regados con el agua de la lluvia. GAMP.
Mientras cinco municipios de la mancomunidad andina se declararon en emergencia y zona de desastre por las intensas lluvias (Arque, Tacopaya, Bolívar, Sicaya y Tapacarí) y desbordes de ríos, para el municipio de Pasorapa, en la región del Cono Sur, las gotas de agua que caen, en esta época del año, son una «bendición divina».
“Es una bendición de Dios. Todos están muy contentos con las lluvias y hay alivio en las comunidades”, afirmó el alcalde de Pasorapa, Ismael Ríos, quien aclaró que las precipitaciones pluviales registradas permitieron regar las plantaciones de maíz en época de su nacimiento y también servirá para los animales.
En Pasorapa, el 20% de la población subsiste de la agricultura, mientras que el 80% se apoya en la ganadería.
Todos los años, los lugareños de Pasorapa se declaran en emergencia por la sequía. De hecho, la Alcaldía debe contratar cisternas para llevar el líquido elemento a las diferentes comunidades.
En diciembre de 2020, ese municipio se declaró como «zona de desastre», luego de experimentar una de las peores sequías suscitadas en las últimas dos décadas.
Ese panorama puso en riesgo, entonces, el 70% del ganado, que se encontraba desnutrido y deshidratado.