Este fósil de oviraptosaurio, descubierto en China, se preparaba para salir del cascarón como un pájaro, una posición que nunca se había observado en los dinosaurios.
Esta ilustración sin fecha, cortesía de Lida Xing y de la Universidad de Birmingham, muestra una réplica de un embrión de dinosaurio oviraptosaurio a punto de nacer, que se basa en el nuevo espécimen «Baby Yingliang» encontrado en Ganzhou, provincia de Jiangxi, al sur de China. © AFP/Handout
El entusiasmo de los científicos es enorme, señala el diario francés Le Monde. Un embrión de dinosaurio muy bien conservado, que data de al menos 66 millones de años, se ha descubierto en Ganzhou (China). El fósil de oviraptosaurio, bautizado por los investigadores como «Baby Yingliang», se estaba preparando para salir de su huevo, según dijeron al anunciar el descubrimiento el martes 21 de diciembre.
«Es un espécimen asombroso… Llevo 25 años trabajando con huevos de dinosaurio y aún no he visto nada igual», dijo a CNN Darla Zelenitsky, coautora de la investigación que se publicó el martes en la revista iScience.
El huevo mide unos 17 centímetros y se calcula que el dinosaurio medía 27 centímetros de la cabeza a la cola. Los investigadores creen que de adulto, si hubiera vivido, habría medido entre dos y tres metros, señala CNN.
Un fósil olvidado por años
Los oviraptosaurios, cuyo nombre significa «lagarto robahuevos», eran dinosaurios con plumas que vivían en Asia y Norteamérica durante la época del Cretáceo superior.
Estos animales podían tener diferentes formas de pico y dietas, y su talla podía ir desde la de un simio hasta la de un enorme gigantoraptor, que medía ocho metros de largo.
Baby Yingliang mide 27 centímetros de la cabeza a la cola y reposa dentro de su huevo de 17 centímetros de largo en el museo de historia natural Yingliang Stone.
Según los científicos, el fósil tiene entre 72 y 66 millones de años y su grado de conservación probablemente se debe a un deslizamiento de lodo que lo enterró y lo protegió de los carroñeros.
De haber alcanzado la edad adulta, el dinosaurio habría medido hasta dos o tres metros de largo y se habría alimentado de plantas.
El espécimen hacía parte de un grupo de varios huevos fosilizados que habían sido dejados de lado y olvidados por algunos años.
Los investigadores sospecharon que estos fósiles podrían contener dinosaurios y al raspar una parte del cascarón descubrieron a Baby Yingliang.
«Este embrión de dinosaurio en su huevo es uno de los fósiles más bellos que jamás he visto», declaró en un comunicado Steve Brusatte, de la Universidad de Edimburgo y miembro del equipo de investigación.
El espécimen «semeja exactamente un polluelo enrollado en su huevo, lo que aporta una prueba adicional que las numerosas características de las aves actuales derivan de sus ancestros dinosaurios», agregó.
Los investigadores esperan poder estudiar el embrión con precisión con el fin de revelar todo su esqueleto.