Denuncian rapto de 2 adolescentes tsimanes; las Defensorías y la Policía niegan recibir el caso

El Consejo Regional Tsiman Mosetén protestó que ninguna de las instituciones haya querido recibir la denuncia de los padres de las menores.

Hilda (16) y Yerlin (15) adolescentes de la comunidad tsimán Bisal fueron secuestradas por tres sujetos denunció su papá Ignacio Cuata Mayto; las Defensorías de la Niñez de Rurrenabaque y San Buenaventura, y la Policía negaron recibir la acusación, protestó la vicepresidenta del Consejo Regional Tsiman Mosetén Pilón Lajas, Magali Tipuni.

El hecho sucedió el 19 de abril, cuando las tres hijas de Ignacio y Virginia Caimani se quedaron solas en su casa, mientras los padres salieron a tramitar sus documentos en otra comunidad donde presumiblemente una comisión del Segip y Sereci iban a dotar de documentos a los indígenas.

Los progenitores de Hilda y Yerlin llegaron este lunes a la oficina del Consejo Regional Tsimán Mosetén Pilón Lajas para pedir ayuda. Lo hicieron después de días porque su comunidad Bisal está ubicada en las riberas del río Quiquibey a cuatro horas de Rurrenabaque en bote, por lo que transportarse siempre es una dificultad, en especial por falta de recursos para comprar gasolina.

“Dejaron a sus tres hijas en su casa en su comunidad, cuando ellos regresaron ya no encontraron a dos de sus hijas. Los papás nos ponen en conocimiento que se las estaban llevando a las tres niñas, una tiene 13 años, otra 15 y otra 16. Solo la más pequeña logró escapar porque les habría mordido a los raptores”, informó a la ANF Tipuni.

Ignacio Cuata responsabiliza del rapto, según su denuncia escrita, a Jesús A. M., Francisco A.M. y Plácido A.M., pidió a las autoridades ayuda para rescatar a sus hijas, porque habrían sido llevadas al chaco de estas personas al interior de la selva. Incluso dijo que teme que hayan sido abusadas.

«Los collitas son, sí, conocemos en mi comunidad, están ahí andando, escapando. Querían violar a mi hija de 13 (años), pero mi hija mordió su brazo y le han soltado», cuenta don Ignacio que habla con dificultad el castellano.

La vicepresidenta de Consejo Regional Tsimán Mosetén tras conocer el hecho, recurrió con los padres a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Rurrenabaque por tratarse de menores de edad, sin embargo, en esa oficina les dijeron que no correspondía a su jurisdicción.

“Esto no corresponde (a esta jurisdicción), porque sucedió en el departamento de La Paz, dijeron lo vamos a llevar a San Buenaventura para que se hagan cargo. Nos fuimos a San Buenaventura, pero dijo que no le correspondía y que no tenían dinero para toda la logística. Y bueno, no quedó en nada”.

Al final recurrieron a la Policía del municipio de Rurrenabaque confiados en que es una institución llamada a preservar la seguridad de las personas, “pero me dijeron que no correspondía. Le pedí que me tome la denuncia y lo pase a donde corresponde, pero me dice: no, porque no saben quiénes son los policías y no tienen ni el número de ellos”, relató Tipuni.

Protestó que ninguna de las instituciones haya querido recibir la denuncia, porque se trata de indígenas “así facilingo se lavan las manos”. Manifestó que les indicaron que corresponde denunciar en Palos Blancos, pero la familia es humilde y sin condiciones para movilizarse, por esa razón acudieron a Rurrenabaque que les queda más cerca.

“Aquí todo el mundo dijo no, o sea, son personas de escasos recursos, son tsimansitos y tiene que pasarles lo que tiene que pasarle y a nadie tiene que interesarles, no es así. Tenemos los derechos, alguien tiene que velar por ellos, para eso son autoridades”, dijo la dirigenta.

Acotó que son comunidades que “están sumamente olvidadas por el Estado y el Gobierno”, al sostener que son comunidades alejadas, no tienen condiciones para transportarse fácilmente, porque necesitan bote y gasolina para hacerlo, son de escasos recursos económicos, pero que nadie quiere ayudarles.