Carlos Patón, quien además se desempeña como dirigente nacional de la Confederación de Aasana, explicó que, «a veces, los pilotos no tienen tiempo de notificar».

Fuente: Opinión
La zona urbana del municipio de Sacaba, donde la semana pasada se produjo una tragedia luego de que un K8 de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) se estrellara en una casa, es un espacio para que los aviones militares ejecuten sus vuelos de instrucción. Así lo señaló Carlos Patón, supervisor de Tránsito Aéreo Cochabamba y dirigente de la Confederación de Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de Navegación Aérea (Aasana), en nota con Jhon Arandia
Patón aclaró que no estuvo en la torre de control, pero que sí conoce los procedimientos que deben seguirse. «Se predispone espacios aéreos para que esos aviones militares puedan hacer prácticas de entrenamiento. En aeropuertos tenemos zonas de instrucciones. En Cochabamba, Santiváñez es 32, zona 33 es valle alto y zona 34 es Sacaba. No es extraño que se vuele en zonas pobladas, ya que hay un margen vertical de seguridad. Las aeronaves están certificadas», dijo.
También, según Patón, los pilotos tienen que notificar el estado del vuelo cada 10 minutos a la torre de control. Aparentemente, esto no sucedió con el K8. «La torre llama para dar alguna información, pero no contestan. Lo primero que se imagina es que pueda ser una falla de comunicación y no accidente».
FALTA DE PAGO
Patón relató que cuando la torre de control (no habría sido notificada de la presencia de alguna emergencia cuando aconteció el accidente de la avioneta de la FAB) quiso realizar llamadas para dar cuenta de una posible emergencia, el teléfono se encontraba cortado, por lo que los personeros atinaron a utilizar la vía celular.
«Estaba cortado porque no pagó la administración de Aasana. Esto viene porque en La Paz se burocratizaron los recursos. Es una falla administrativa del ingeniero Balderrama (Ronny), pero eso no es motivo para no comunicar. Todos los procedimientos fueron cumplidos por parte de controladores de tránsito aéreo, pero la gente no lo entiende así, ¿qué piloto quisiera morir en el accidente?».
Para el conocedor de la materia de aviación, es frecuente que los tripulantes no dispongan de tiempo para dar aviso, en casos de emergencia. «Esta aeronave vuela a más de 750 kilómetros por hora. A veces, el piloto no tiene tiempo de notificar. Es diferente cuando está volando en rutas largas. Pienso que la velocidad de la aeronave es tan grande que no tuvieron tiempo para notificar la emergencia y usaron los asientos que los expulsaron y salvaron sus vidas».