Enya rescató 22 perritos y vende queques y collares para cuidarlos En su casa,

En su casa, Enya abraza y da cariño a varios de los 22 perritos rescatados. 

La joven da cobijo en su departamento y terraza a los animalitos que sufrían en las calles de La Paz. Se encarga de su alimentación, vacunas y todo lo que necesitan las mascotas.

El 2014, una perrita fue atropellada en la Ceja de El Alto y  vagó sin esperanzas de sobrevivir con una pata destrozada hasta que conoció a Enya, una joven que  en ese entonces  tenía 18 años. Con ayuda de su mamá, ella rescató al animal, pagó la operación y lo regresó a la vida.

Desde entonces, la vida de la joven dio un giro total. En estos últimos siete años, Enya salvó a muchos más animales, algunos los dio en adopción y ahora vive con una manada de 22 integrantes. Para darles todo (alimentación, vacunas y atención veterinaria), la joven  vende queques, correas, “limpia-patitas” y otros artículos para mascotas.

Enya y sus 22 amigos de cuatro patas.

El amor por los animales  empujó a Enya a ser voluntaria en un albergue de mascotas. “Llevé a mi departamento a Blanca y Pelusa. La primera está enferma, sus patitas no le responden y a veces se cae. Como el albergue era de tierra,  preferí cuidarla en mi casa. La segunda entró en celo y no podía regresar porque como hay muchos perros machos, la podían lastimar y ella podía morir”, dijo.

Cerca de su casa vio a Lunilla, una perra de gran tamaño rodeada de  varios canes. No se pudo acercar,  pero tiempo después la encontró   preñada. La llevó al veterinario, quien dio un triste pronóstico: la perrita necesitaba una operación porque sus hijitos estaban  muertos.

Luego de la cirugía, la joven llevó  a Lunilla a su casa para su rehabilitación. La mascota no quería comer,  rascaba las puertas y quería salir. “No me quedó más que dejarla libre, pero a los dos días volvió a mi  puerta y ya nunca más salió”, contó.

Después encontró vagando en las calles  a Sheldon. “Tenía todo el rostro hinchado. Pensé que iba a morir”, contó. El veterinario le prescribió varios medicamentos y cuando se recuperó  escapó de la casa. Pasó una semana y volvió a  la  puerta de Enya.

En la pandemia del coronavirus,  desde marzo del año pasado, fue cuando más perritos rescató de las calles. “Vi una perrita preñada que no dejaba de sangrar. Luego de curarla y  cuidarla,  la di en adopción”. Según la joven, en esta última temporada, más animalitos fueron abandonados y necesitan mucha  ayuda.

Para Enya, cada uno de los 22 perritos que rescató y cuida en su casa   tiene una historia en particular.  Cuando una mascota llega a su casa, la joven aplica un protocolo especial: espera que  el animal esté totalmente rehabilitado y sano para no contagiar (alguna enfermedad) al resto. Después de cumplido ese tiempo, el perrito es presentado a  cada uno de los demás animalitos. “Dejo que reconozcan sus olores y después  se integra  al resto. Luego los vigilo para que no peleen”, contó.

Instaló  una habitación que tiene una litera, una casita de perro con “terracita” para que duerma otro y una camita más. En su pasillo también tiene perreras, los más pequeños se quedan en su cuarto.

Por las mañanas, la joven lleva a los 22 perros  a la terraza,  donde como desayuno comen croquetas. Acaban una bolsa de 21 kilos a la semana. El almuerzo es a las 15:00 y consiste en una sopa con arrocillo y cazuela de pollo con verduras. En la noche, las mascotas reciben  una cena más ligera.

Para cubrir  los  gastos de alimentación, Enya  comenzó a vender artículos para animales a través de sus redes sociales  y  su  WhatsApp (611 11116). Para cubrir los gastos médicos y de las vacunas, la joven elabora y vende queques vía  internet.

La joven habilitó un cuarto exclusivo para el dormitorio de los perros.

Enya es estricta a la hora de dar a los perros  en adopción. El interesado debe tener un departamento o casa propia. También confía mucho en su “sexto sentido”. Al hablar con  el interesado puede notar si será cariñoso o no con el animal. Y  después de varios años, recibe  fotos de las mascotas que dio en adopción.

La joven aseguró que hace y hará todo por los animales, en especial por los que están desprotegidos y abandonados. Y  pide a todos los ciudadanos  esterilizar  a sus mascotas para evitar que sigan en las calles.