Galería virtual La Plurinacional busca pensar ‘nuestra contemporaneidad’

El proyecto de Max Hinderer y Claudia Pacheco representa a tres artistas actualmente y el laboratorio de Programa Cultural Política, además de proyectos educativos y de formación.

La plurinacional XXI es el nuevo proyecto del filósofo y curador Max Hinderer Cruz y de la gestora y productora cultural Claudia Pacheco Araoz; una galería de “arte contemporáneo plurinacional”, en la que sus progenitores buscan difundir, discutir y pensar el término entendiéndolo como la contemporaneidad y actualidad de la sociedad boliviana. Todo ello a través de un abordaje que entiende como procesos indisolubles a la cultura y la política. 

El flamante proyecto, al que se puede acceder a través de la dirección laplurinacional.com.bo, representa actualmente a tres artistas: la artista plástica y tejedora Elvira Espejo, el arquitecto creador de la estética cholet o neoandina, Freddy Mamani, y la que es considerada como “la voz femenina del hip hop andino”, Nina Uma. Del mismo modo, alberga el laboratorio de pensamiento Programa Cultura Política (PCP), cuyas dos primeras publicaciones — “Yanak Uywaña. La crianza mutua de las artes” y “La deuda con la belleza” — ya se pueden descargar de forma gratuita en el portal web. 

Ambos artículos dan inicio a una línea editorial del PCP que tiene preparados dos libros, así como algunos proyectos educativos, seminarios, consultorías, talleres educativos y colaboraciones internacionales, entre otros. 

ARTE, CONTEMPORÁNEO Y PLURINACIONAL

Pacheco cuenta que el origen de La plurinacional XXI es el fruto de su concordancia de Hinderer de crear conceptos y abordajes que comprendan un “arte contemporáneo plurinacional”. Un concepto relacionado a la producción de conocimientos en clave contemporánea que tiene que ver con el tiempo en el que se vive actualmente, con la filosofía y las estéticas que se pueden producir desde este territorio. “Un concepto que alcanza una dimensión histórica, de luchas sociales y de capacidades creativas cotidianas”, añade la gestora e investigadora. 

Para Hinderer, en Bolivia la discusión sobre el arte contemporáneo sufre un “problema de clase”. Aquellos que se sienten representados o son defensores del llamado arte contemporáneo son, en su gran mayoría, de clase media y media-alta, muchas veces personas que tuvieron el privilegio de ir a estudiar en el exterior. Por otro lado, continúa Hinderer, las instituciones públicas a nivel nacional no toman como parte de su currículo el enseño del arte contemporáneo y, por ejemplo, las tendencias del arte conceptual latinoamericano y su relación a movimientos de liberación en la segunda mitad del siglo XX.

“Es una pena, ya que Bolivia en muchos sentidos debe ser considerado un contexto de vanguardia política, pero la relación entre renovación formal de la producción y de movimientos artísticos y la renovación de la política en Bolivia parece cortada después del ‘52. Sin embargo, lo plurinacional es nuestra contemporaneidad, también es nuestra cultura contemporánea. Juntar estos dos términos, contemporáneo y plurinacional entonces significa dar un paso adelante, asumir nuestra condición histórica y retomar una tradición de entender la producción artística y cultural como inseparable de los acontecimientos políticos que luego son considerados los indicadores del transcurso de la historia”, explica quien actualmente es director artístico de la Academia de las Artes del Mundo (ADKDW), con sede en Colonia, Alemania. 

LOS ARTISTAS DE LA GALERÍA

Justamente para Pacheco y Hinderer, los artistas que conforman la galería La plurinacional XXI, Elvira Espejo, Freddy Mamani y Nina Uma, son los formadores de lo que se puede entender como contemporáneo plurinacional. A ello se le debe añadir su gran proyección internacional; Mamani ha participado como ponente en el seminario “Pluriversal Perspectives” en 2021 del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York o en “In Our Time: A Year of Architecture in a Day”, organizado por el Metropolitan Museum of Art; Espejo dio este año una conferencia magistral en el coloquio anual de Historia del Arte de la UNAM de México; y Uma es celebrada como una artista sobresaliente por grandes estrellas de la música latinoamericana. 

“Parece que aquí en Bolivia estamos atrasados en reconocer el éxito que nuestros artistas ya tienen en algunos de los centros culturales más prestigiosos del exterior”, lamenta Hinderer. Mientras Pacheco añade: “Son productores de conocimiento con los que estamos tejiendo el pensamiento, son productores de materia, de vida, que exceden la práctica artística occidental limitada a espacios normativos del arte, son personas que dimensionan sus capacidades creativas en lo cotidiano desde diversas prácticas”.

CULTURA Y POLÍTICA COMO INSEPARABLES

La plurinacional busca practicar una cultura política desde el arte con la galería, desenraizar el instinto de entender la cultura como un sinónimo de arte, por lo que proponen retomar el término de cultura política que es “arte, economía, capacidad creativa, derecho a las estéticas y por sobre todo es memoria social”, refiere Pacheco. Por consiguiente, entiende a la cultura política como garantizador de la justicia social, a través de prácticas que, por un lado, dignifiquen la diversidad cultural y, por otro, la producción cotidiana cultural que muchas veces es invisible a los ojos por lo “normativo” de los conceptos occidentales relacionados a la cultura. 

“Para nosotros la cultura debe ser pensada como complementaria a la justicia y la educación, dentro de un solo proceso. La autonomía de la esfera cultural que proponen algunos exponentes famosos del pensamiento occidental no aplica a nuestra realidad en Bolivia. Hablar de igualdad y diferencia hace referencia al desafío que implica repensar y replantear la cultura desde la condición de Estado Plurinacional. La historia del arte en Bolivia, por ejemplo, es pensada desde la ideología emenerrista pos-52. Necesitamos una nueva historia del arte, un nuevo pensamiento de la cultura, las narrativas académicas e institucionales que tenemos en Bolivia -con muy pocas excepciones- son completamente anacrónicas ¡Somos Estado Plurinacional, somos hoy!”, sentenció el exdirector del Museo Nacional de Arte (MNA).