La falta de recursos para la compra de diésel significó demoras en la frecuencia de circulación de los buses. La Alcaldía inyectó 1,2 millones para el carburante, pero necesitará 2,5 millones más.
Los PumaKatari perdieron la frecuencia habitual y los usuarios ya no pueden saber dónde se encuentran los buses a causa de la caída del internet. Estos problemas marcaron una baja en la calidad del servicio y según la Alcaldía paceña la principal causa es la falta de presupuesto. La actual gestión destinó 1,2 millones de bolivianos para la compra de diésel, pero este dinero no es suficiente para terminar el año.
La frecuencia de los buses en horas pico era de cinco a siete minutos y en horas llanas de 10 minutos. En cambio, ahora estos tiempos de espera casi se duplicaron, según los usuarios y un seguimiento que hizo este medio.
En horas pico, el tiempo de espera es de 10 a 12 minutos, mientras que en momentos de menor afluencia, de 20 a 25 minutos. Varios ciudadanos reportaron que la espera por el bus se extiende incluso entre 30 y 35 minutos.
“Tomaba con frecuencia los buses y ahora que se ampliaron los tiempos ya no uso (los Puma) de forma habitual. Hace un par de semanas tuve que esperar 35 minutos para abordar el bus. Al día siguiente, después de esperar 20 minutos, tuve que tomar otro vehículo”, dijo un ciudadano que aguardaba el servicio hacia Achumani en una parada, el pasado miércoles.
Otro problema es el corte de servicio de GPS de los buses porque se concluyó el contrato con la empresa proveedora. Debido a ello, la aplicación para smartphone también se cayó y los usuarios no pueden saber dónde se encuentra el bus y cuánto tiempo demorará. Además, esta situación impide a los operadores de la línea gratuita 80 13 4444 responder a los usuarios. En la actualidad sólo se limitan a informar cuál será el tiempo aproximado de espera.
El gerente de La Paz Bus, Pablo Meneses, advirtió que los problemas fueron causados debido a la falta de planificación de la anterior gestión que se encargó de elaborar el Plan Operativo Anual (POA) 2021. Explicó que sólo se tenía presupuesto para el funcionamiento de los buses hasta junio pasado y que la única alternativa que tuvieron fue la de ampliar la frecuencia de salida de los vehículos ediles para ahorrar combustible.
Para mantener el servicio municipal de transporte y otros que se vieron afectados en la ciudad de La Paz, el ejecutivo edil aprobó el pasado 1 de septiembre un reformulado del POA asignando a los buses 1,2 millones más de bolivianos para la compra del diesel y 50.000 bolivianos para la provisión de internet.
“Este presupuesto es sólo la asignación de un monto en un papel. No es que ahora se pueda pagar a todos los proveedores y se resuelva el problema. Debemos hacer procesos de contratación cumpliendo la normativa: emitir una convocatoria de proponentes, solicitud de documentos, las empresas deben demostrar su solvencia fiscal en la Contraloría y otros. Debemos cumplir con una serie de documentos”, dijo a Página Siete Meneses.
El funcionario edil indicó además que una vez firmado el contrato, no se puede solicitar todo el carburante. “Es un proceso administrativo un poco largo porque se deben firmar los contratos y (ver) logística para conseguir el combustible”, dijo y aseguró que se tiene previsto que en una semana más el servicio volverá a ser regular.
Con la inyección de recursos, Meneses afirmó que “se mejoró el servicio”, pero que se da prioridad a las horas pico en la mañana, al mediodía y en la noche. “En los periodos valle tratamos de economizar el combustible. Obviamente las frecuencias son afectadas y las quejas se producen en ese tiempo. Ahí sí distanciamos más los buses para que el diésel alcance”, sostuvo.
Más carburante
El reformulado del POA inyectó tres millones de bolivianos al servicio de transporte municipal. De los cuales 1,8 millones de bolivianos se destinaron para cubrir el seguro de la flota de buses y así continúen operando. Mientras que el restante, 1,2 millones de bolivianos, está destinado a la compra del carburante.
Pero, este dinero no permitirá a los buses ediles cubrir sus requerimientos hasta fin de año porque necesitarán otros 2,5 millones adicionales.
“La intención es que en el siguiente reformulado nos vayan a inyectar más recursos. Tenemos la firme decisión de que este proyecto no pare y tiene que haber un reajuste que supuestamente se hará en octubre. De tal forma que este diésel (que acaban de adquirir) nos alcance hasta ese mes y funcionar de manera normal hasta fin de año”, explicó.
POA 2022
En 2020, el entonces alcalde Luis Revilla asignó 131, 9 millones de bolivianos al transporte municipal. 98,2 millones se destinaron a la operación del servicio y 9,2 millones fueron a la construcción de patios, obras hidráulicas y estación de servicio. Se asignó, además, 26 millones al mantenimiento de los buses y la mejora de las rutas.
Este año debían entrar en funcionamiento las tres nuevas líneas de transporte edil con la llegada de la nueva flota. Pero, el 10 noviembre del 2019, 66 PumaKatari fueron incendiados.
Para el 2021, el alcalde saliente tuvo un presupuesto más austero. Se entregaron 90,1 millones de bolivianos: 76,7 millones para la operación de los buses, nueve millones para su mantenimiento, 4,3 millones para la planificación y supervisión del servicio. Para este año se adicionó 80,1 millones de bolivianos y se pagó el seguro para la reposición de los buses.
El secretario ejecutivo edil, Julio Linares, informó que ya pagaron el 50% y que a inicios del siguiente año llegará la nueva flota.
Meneses aclaró que para 2022 se presupuestará alrededor de 95 millones de bolivianos. “La instrucción del alcalde es: los buses deben tener lo necesario para funcionar. No vamos a cometer los errores de este año, presupuestar para seis meses El Puma debe tener el presupuesto para que funcione todo el año”, sostuvo.
Los buses ediles reciben mantenimiento rutinario y correctivo
La flota operativa representa el 75% de los buses; en stand by o a la espera de salir representa un 15%. El restante se encuentra en mantenimiento preventivo o correctivo. La Alcaldía aseguró que ninguno de los vehículos quedaron obsoletos o inutilizables.
“Cada 10.000 kilómetros los buses hacen su mantenimiento preventivo. Se les hace el cambio de aceite, filtro, pastillas, balatas y otros insumos que dependerán si el bus ya recorrió 10.000, 20.000, 30.000, 40.000 o 50.000 kilómetros”, afirmó el gerente de La Paz Bus, Pablo Meneses. Explicó que este tipo de mantenimiento debe ser constante para evitar mayores daños.
El mantenimiento correctivo dependerá de las fallas o desperfectos, tal es el caso de un choque y se pueda necesitar chapería y repintado. Registran también fallas menores, como cortes en el sistema eléctrico o reparaciones más complejas: cambio de embrague, reparaciones de motor y otros.
“No tenemos ningún vehículo que hubiera quedado obsoleto o fuera de servicio. Tenemos un excelente equipo de mantenimiento, se resolvieron problemas complejos de los buses. Algunos tomaron su tiempo en reparar, pero se hicieron”, afirmó.
Algunas demoras en la reparación se registran porque algunos de los repuestos deben ser comprados del exterior.
La desinfección
- Tecnología La Paz Bus utiliza luces ultravioleta tipo C (UVC) para desinfectar los vehículos municipales a la conclusión de la jornada laboral. De esta forma se reduce el riesgo de contagio por Covid-19 .
- Efectos Las luces emiten una radiación que altera el material genético de microorganismos, como las bacterias y los virus, los desactiva e impide su reproducción. Este tipo de tecnología se utiliza también para la desinfección de quirófanos, aviones y otros ambientes que son sensibles a la contaminación.
- Tareas Se instalan las lámparas ultravioletas dentro de los buses y se enciende el sistema de recirculación de aire interno del bus, luego se cierran las puertas y ventanas.